En el libro de Salmos, específicamente en el Salmo 18 versículo 28, encontramos una hermosa declaración de confianza y gratitud hacia Dios. El salmista, David, expresa su amor y adoración a Jehová, reconociendo que Él es su fortaleza, roca, baluarte y libertador. David declara que Dios es su refugio, escudo y el poder de su salvación. En medio de la angustia, David invoca a Jehová, confiando en que Él es digno de alabanza y que lo salvará de sus enemigos.
El poder y la grandeza de Jehová
David describe la manifestación del poder y la grandeza de Jehová en la naturaleza. Menciona que la tierra tembló y los montes se estremecieron ante la indignación de Dios. El salmista describe cómo Dios cabalga sobre un querubín y vuela sobre las alas del viento. También menciona que Dios hace de las tinieblas su escondite y rodea su presencia con densas nubes y oscuridad de aguas.
David testifica que Dios truena en los cielos, enviando saetas, relámpagos y granizo para dispersar a sus enemigos. El salmista reconoce que Dios es el que lo libra de sus poderosos enemigos y de aquellos que lo aborrecen. Él declara que Jehová lo saca de las caudalosas aguas y lo lleva a un lugar espacioso, demostrando su misericordia y complacencia hacia él.
La justicia y fidelidad de Jehová
David afirma que Jehová le ha recompensado conforme a su justicia y la limpieza de sus manos. Él declara que ha guardado los caminos de Jehová y no se ha apartado de sus estatutos. David reconoce que ha sido íntegro para con Dios y se ha guardado de la iniquidad. Por tanto, Jehová lo recompensa y se muestra misericordioso con aquellos que son misericordiosos, e íntegro con aquellos que son íntegros.
El salmista declara que Jehová salva al pueblo afligido y humilla a los ojos altivos. David confiesa su confianza en Dios, reconociendo que Él encenderá su lámpara y alumbrará sus tinieblas. David afirma que con Dios desbaratará ejércitos y saltará murallas, demostrando su poder y protección hacia aquellos que confían en Él.
La bendición de la presencia de Jehová
David concluye el salmo exaltando a Jehová y bendiciendo su nombre. Él reconoce que Dios es el que hace venganza y sujeta pueblos debajo de él. David declara que Dios lo libra de sus enemigos y lo enaltece sobre aquellos que se levantan contra él. El salmista alaba a Jehová entre las naciones y canta a su nombre, reconociendo su gran salvación y misericordia hacia él y su descendencia.
Pantallas a gas envasado: solución eficiente para iluminaciónEl Salmo 18:28 es un hermoso recordatorio de la confianza y gratitud que debemos tener hacia Dios. Él es nuestro refugio, fortaleza y salvación en medio de las dificultades y tinieblas de la vida. Al invocar su nombre y confiar en su poder, podemos experimentar su luz y tutorial en nuestras vidas. Que este salmo sea una inspiración para confiar en Jehová y permitir que él encienda nuestra lámpara y alumbre nuestras tinieblas.
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